Obituary of Marco Antonio Moreno Tapia

      Marco (Marcos) Moreno was born in Mexico City, Mexico on February 16, 1971. He and his family lived in Tuzamapan, Veracruz, until he left to find work in the United States when he was a young man in his twenties. Marcos is survived by his loving family; his mother, Margarita Tapia Galan, his brothers, Jose Said Tapia Moreno and Carlos Tapia Moreno, his sister Juana Adalid Tapia Moreno, many loving nieces and nephews, and countless numbers of friends.

     Marcos, a long-time resident of Hackensack, NJ found work as a landscaper, but he also worked in the restaurant business, construction, and other professions. Always a hard worker, and a very friendly and outgoing person, Marcos was never without work or without people who loved him. He was a gentle soul, with a smile as big as the sky. He had a heartfelt greeting for everyone he met, and people were drawn to his warmth and humor. Marcos loved fishing and found peace when he was out on the ocean. He also loved helping people whenever he could, and would often volunteer to help out a neighbor, friend, or acquaintance, even when he was exhausted. He will be remembered for many things, but above all for his kindness and genuine good will. Marcos touched the lives of all he met and made the world a better place. We will all miss him terribly.

     Marco (Marcos) Moreno nació en la Ciudad de México, México el 16 de febrero de 1971. Él y su familia vivieron en Tuzamapan, Veracruz, hasta que se fue a buscar trabajo a los Estados Unidos cuando era un joven de unos veinte años. A Marcos le sobreviven su amada familia; su madre, Margarita Tapia Galán, sus hermanos, José Said Tapia Moreno y Carlos Tapia Moreno, su hermana Juana Adalid Tapia Moreno, muchos queridos sobrinos y sobrinas e innumerables amigos.

     Marcos, residente desde hace mucho tiempo de Hackensack, Nueva Jersey, encontró trabajo como jardinero, pero también trabajó en restaurantes, en la construcción y otras profesiones. Siempre muy trabajador y una persona muy amigable y extrovertida, Marcos nunca estuvo sin trabajo ni sin personas que lo quisieran. Era un alma gentil, con una sonrisa tan grande como el cielo. Saludó de todo corazón a todos los que conoció y la gente se sintió atraída por su calidez y humor. A Marcos le encantaba pescar y encontraba paz cuando estaba en el océano. También le encantaba ayudar a la gente siempre que podía y, a menudo, se ofrecía como voluntario para ayudar a un vecino, un amigo o un conocido, incluso cuando estaba agotado después del trabajo. Será recordado por muchas cosas, pero sobre todo por su amabilidad y genuina buena voluntad. Marcos tocó de cerca las vidas de todos los que conoció e hizo del mundo un lugar mejor. Todos lo extrañaremos enormemente.